Dorna es la empresa que se encuentra actualmente detrás de la promoción del Campeonato del Mundo de MotoGP. Esta es una empresa que ha sido capaz de convertir un campeonato inicialmente pasional en una herramienta gigantesca. Además, esta empresa ha logrado poner sobre las cuerdas, en cuanto a espectáculo, a la todopoderosa F1. Esto debido principalmente a que MotoGP ha sido un sinónimo de lucha, igualdad y adelantamientos en el tiempo.
Esta competición también ha conseguido que diferentes marcas se interesen por la categoría reina. Pero a pesar de todo esto, da la sensación de que en la actualidad no todo va tan bien. Los 2 años que duró oficialmente la crisis sanitaria por Covid-19 afectaron a muchos negocios. Y por lo visto, el mundo de las motos no ha sido la excepción. En donde no solamente han habido rumores de la supuesta marcha de Suzuki del mercado, sino que también ha afectado al campeonato de MotoGP.
¿MotoGP en crisis?
Es indudable de que hay una crisis, una que ha estado dejando cifras bastante pobres en asistencia a las carreras de Portimao y Jerez. Estos los dos eventos GP que más han estado lejos de llenarse. En la carrera portuguesa se contó que hubo poco más de 43 mil espectadores, y en el de Jeréz hubo poco más de 120 mil espectadores, unas cifras similares a las de un domingo cualquiera hace algunos años.
Después de dos años en donde correr con el circuito vacío y que la primera carrera con público en Jerez no supere los 60 mil espectadores, es un síntoma claro de que algo va mal. Esto puede ser por diversas razones más allá de los esfuerzos de Dorna. Nos encontramos actualmente con la gasolina rebasando precios históricos, hoteles con tarifas considerablemente altas, o entradas sin el pack de afición que se podía ver en años anteriores.
Pero si nos vamos un poco más lejos, podemos ver que TVE transmitió todas las carreras en directo en una programación especial y en abierto. Pero en su mejor momento llegó a conseguir una cuota de pantalla del 16,8%, poco más de 1.110.000 espectadores, y eso en el MotoGP. Por ejemplo, si regresamos al 2007 esa misma carrera consiguió un 40% de cuota de pantalla, unos 3,7 millones de espectadores, esto sin ser abierta como en esta ocasión.
Es claro que algo está fallando y que se está frente a una situación a la cual no será sencillo darle la vuelta. Se podría decir falta un buen relevo, además, las altas cuotas por derechos de emisión hacen que sea casi inviable que las cadenas públicas paguen estos montos. Incluso algunas cadenas privadas lo tendrán difícil, ya que no compensa el público. Algo que empieza a mostrar que el MotoGp está empezando a ser residual, a captar menos atención de la que se merece y a generar una reacción mucho menor a la de hace solo algunos años.